¡Hola! Me llamo Raquel Labodía y soy fotógrafa infantil y familiar en Zaragoza.
Me apasiona mi trabajo… ¿cuánta gente puede decir eso hoy en día? Disfruto con lo que hago y le dedico todo mi cariño y paciencia para hacerlo lo mejor posible.
Descubrí la fotografía mientras estudiaba en la Escuela de Arte de Zaragoza y desde ese momento decidí que esta afición me acompañaría toda la vida, por eso empecé mis estudios profesionales y convertí mi afición en mi trabajo.
La fotografía me ha enseñado que cada uno tenemos nuestra versión de la vida, que se pueden contar infinidad de historias sin necesitar palabras, que una imagen nos puede hacer reír, llorar, sentir, y eso es hermoso.
Siempre me han gustado los niños, son mi debilidad, y un día de pregunté «¿podría mezclar las dos cosas que más me gustan y trabajar de ello?». Y así inicié mi camino como fotógrafa infantil. ¡Es increíble todas las cosas que se pueden aprender de estos chiquitines!
También trabajé durante 4 años en Heraldo de Aragón como fotoperiodista, un campo totalmente diferente pero igual de apasionante que los niños. Una etapa en la que crecí como profesional y como persona.
Con mi trabajo intento cada día expresar emociones, capturar sonrisas, naturalidad, ternura, coger los momentos más bonitos en la vida de las familias y convertirlos en recuerdos, porque recordar es vivir dos veces.